O
El peor disco del Flaco es un buen disco
O
A ver si me sale escribir sobre música.
Eso sí
Parte II: La era del CD
Pelusón of Milk -- Solista (1991)
Allá por los tempranos ‘90 yo estaba terminando la primaria y empezando a adolescentar. Tenía la casetografía (?) completa de Soda, y unos cuantos de Queen, que estaba de moda tras la muerte de Freddie. Había leído el libro Corazones en llamas de Cynthia Lejbowicz y Laura Ramos ("famosa" por sus Buenos aires me mata en el Sí de Clarín), que contaba la historia del rock nacional de los ‘80 y había decidido que era fan del rock nacional, llenando mis carpetas con nombres de bandas, muchas de las cuales ni había escuchado1, me habían regalado un pasa CDs y todos los meses me compraba algún disco de esos que aparecían en el libro. Después compré En Directo, el Greatest hits de Sumo y para coronarla, compré en el mismo viaje a Musimundo Dynamo y Gulp y el camino empezó a ser otro.
Para el ‘93 entró en mi vida FM La Boca, y ahí sonaban tanto los clásicos (y no tan clásicos) del rock de los ‘60 y ‘70 como las bandas nuevas que todavía eran semiunder: Bersuit, La Renga, y la que pasó a ser mi favorita, Los Piojos. Otra novedad de la época fue la TV por cable, y entre los pocos canales que agarraba nuestra TV de los ‘80, estaba Music 21. Donde entre parvas de basura, uno de los videos que siempre me quedaba a mirar es el de Seguir viviendo sin tu amor, que consistía básicamente en el flaco cantando iluminado sólo por un laser verde haciéndole dibujos en la cara. Y yo lo miraba primero porque era el flaco y "había que mirarlo", y segundo porque es una gran canción.
Escuchando el disco en contexto de los discos anteriores, desde la primer nota decimos: ¡El Flaco volvió a la viola! El disco abre con el riff de Seguir viviendo..., y de ahí sigue. Hay canciones del estilo de los discos anteriores, canciones acústicas, sube, baja, va y vuelve. Siendo un CD esta vez son 15 canciones, tamaño stándard del CD, por encima de las habituales 10, 11 como mucho de los LPs. Tiene otro clásico que es La Montaña, más fogonero que el otro. Y después tiene pila de grandes canciones y pila de texturas distintas.
Pero para mí lo más "importante" es que volvió a la viola, con lo que volvió al rock liso y llano (en Seguir viviendo, sin ir más lejos), volvió a las acústicas y también volvió al sonido tan particular de las guitarras que había aparecido allá por Bajo Belgrano y Mondo di Cromo, y que será el sonido básico de Spinetta en el siguiente tramo de su carrera.
Spinetta y los socios del desierto -- Los socios del desierto(1995/7)
Spinetta fue parte de la banda de sonido de la primavera alfonsinista. Tocaba en los chiquicientos festivales que organizaban los radicales y sus discos vendían chiquicientas copias. Para los ‘90 era ya indiscutidamente un prócer del rock nacional. Al mismo tiempo, una de las víctimas del menenismo fue la industria del disco, cambiaba el papel del rock en nuestra cultura y también bajaba la calidad del periodismo de rock, que cada día se parece más al periodismo de chimentos que a otra cosa.
Como consecuencia de todo esto a Spinetta le empiezan a pasar tres cosas: por un lado que todas las críticas de sus discos eran en términos de comparaciones con los discos anteriores, queriendo congelarlo en el mármol, mientras él seguía creando; por otro lado el periodismo lo empieza a ningunear excepto cuando, ponele, se separa y se engancha con una modelo; y por otro lado ninguna compañía (a esta altura mayormente multinacionalizadas) quiso aceptar sus condiciones para editar el CD doble que había grabado en 1995.
No estoy seguro si yo estuve o no en el recital gratis que dio en el ‘96 en el que tocó cosas del disco e hizo pública la situación, o si me enteré por otro lado, pero cuando al final arregló con una y en el ‘97 salió, fui y me lo compré. Honestamente no recuerdo mi reacción en esa época. Si que en ese momento no me gustaba el disco entero, tengo una idea de cuáles eran mis favoritas.
Los socios del desierto es un power trío alla Spinetta, yendo del rocanrol al jazz sin despeinarse demasiado. Daniel Wirtz, en paz descanse, en batería y Marcelo Torres en bajo arman una base firme el la que la bata está un poco más adelante, firme como rulo de estatua, sin perder cierta sensibilidad jazzera y, cada tanto sacándose en unos breaks que te tiran de culo (en Los duendes, por ejemplo). Spinetta (obviamente) en la guitarra vuelve a su vieja costumbre de hacer más punteos que acordes, arma algún que otro riff mínimo y algunos solos preciosos. Con la voz hace lo mismo, ni la guitarra ni la voz son estrellas, simplemente cumplen su papel en la obra.
Los dos CDs tienen cierta simetría: la primer canción de ambas, Cheques y Nasty people son rocanroles medio mugrosos, Wasabi flash suena a versión instrumental de la idea musical de Cuenta en el sol, Cuentas de un collar y Collar son dos partes de la misma canción, de un lado está Luna de abril y del otro Puyen de Abril.
Hasta acá yo venía comentando cuáles eran los clásicos de cada disco, pero de acá en más ya no puedo, por dos razones. Una es que por todo lo que conté un par de párrafos más arriba, los discos del flaco dejaron de ser y de tener hits. Otro es que varios de estos discos los escuché sobre el pucho por lo que tengo mucho más registro de mis favoritas que de las que "el gran público" llama favoritas. Siendo este un disco de 33 canciones (aunque algunas son breves interludios instrumentales) tengo varias favoritas. Generalmente son las más rockeras, porque uno es lo que es. Destaco Tony, Jardín de Gente y por encima de todas, Luna de abril, que es de esas canciones del flaco que te emocionan.
Estrelicia -- Los socios del desierto (1997)
Otra de las modas de los ‘90: los unplugged de MTV. Discos con la "novedad" (fuertes comillas) de que tienen que ser acústicos, o a lo sumo electroacústicos, grabados en vivo con un público que siempre me pareció más bien careta. Este fue el último disco exitoso del flaco, porque la maquinaria de la MTV se encargó de eso. Este disco renovó la fama de Durazno Sangrando y más aún de Yo quiero ver un tren.
Y por supuesto el niño rebelde Gorojovsky lo dejó pasar. A esta altura de mi vida, terminando el secundario, andaba con muy poca guita y la que tenía no la gastaba tanto en discos. Pero, como se verá, el tiempo me dio la razón.
Porque el flaco no quedó convencido con el disco y escuchandolo ahora me doy cuenta de por qué. Los socios del desierto era una banda notablemente eléctrica, y no pega bien con el estilo acústico. Por eso el disco termina sonando bastante meh, igual a cualquier otro unplugged, aunque claro, es Spinetta, y vale como siempre el 2do título de esta serie.
San Cristóforo -- Los socios del desierto (1998)
Pero como no había quedado conforme, decidió armar un ciclo de shows eléctricos y grabar eso, en una sala del teatro La Plaza, en agosto del ‘98.
La crítica lo mató. Básicamente decían que era ruido. El establishment periodístico, viudas de los ‘80 abrazadas al 1 a 1, no le bancó que en vez de ser el adalid de lo acústico, poposo y tranquilo, saliera a hacer lo que hizo en este disco. Era una época en que bandas que no les respondían, las grandes bandas independientes de los ‘90, movían cada vez más gente a fuerza de rock liso y llano. Que Spinetta mostrara que podía y quería hacer esa misma música les quemó los papeles.
Hete aquí que una de las fechas las pasaron por la radio, que yo lo escuché, que estuve muy de acuerdo con el locutor que decía que no, que no era ruido, sino que estaba buenísimo y, dado que venía mi cumpleaños, pedí que me banquen la entrada. Era carísima, salía como 35 pesos. Así que ahí estuve uno de los días que se grabó el disco en tercera fila, ahí a metros del flaco.
Y me partieron la cabeza. Definitivamente los Socios era una banda eléctrica, no acústica. Desde el primer tema pensé "esta es la segunda Aplanadora del rock, se lo discuto a cualquiera". Ese tema hoy en día se que era el glorioso Estás acá, inmenso rock que está esperando que alguna banda lo haga parte de su repertorio para gestar mil y un pogos. Es un gran arranque para un disco lisa y llanamente de Rock, así con mayúsculas.
Desde que en Bandas Eternas tuvieron set propio al nivel de Invisible, Pescado y Almendra, hablamos de Los Socios del Desierto como una banda aparte, la discografía en wikipedia salta de Pelusón... a Silver Sorgo y pone los de los socios aparte. Pero en ese momento para todos era "la banda de Spinetta de este momento", como se ve claramente en la entrada.
Ahora bien, si alguna vez Los Socios fue una banda, fue acá, en San Cristóforo. Estás Acá está firmado por los tres, y la canción que le da nombre al recital y al disco es una idea de Marcelo Torres, que tocaba un bajo de 6 cuerdas, y acá lo rasguea como si fuera una guitarra (y hace vibrar la bordona del redoblante, detalle de sonido que siempre me encantó). Hay otras tres canciones nuevas, están Como el viento voy a ver con un solo de guitarra larguísimo y espectacular, varios temas de Los Socios, un Ana no duerme al repalazo, un Rutas Argentinas bien blusero y, para completarla, Me gusta ese tajo, y un tema de Juanse, Estrella. La banda sonaba increíble, como muchos power tríos argentinos quisieran sonar (todos salvo uno, bah). En su momento lo comparé casi instintivamente con Divididos. Ahora que tengo varis años más de escuchar música creo que Cream sería mejor comparación. El bajo vuela, la batería truena, el Flaco descose la viola como hacía veinte años que no hacía. Cuando había que ser una locomotora, eran una locomotora, cuando había que colgarse a zapar, se colgaban a zapar, cuando había que volver y pasar a cero sobre una baldosa, volvían y pasaban a cero en una baldosa.
Y no era ruido. Era Rock. Nada más ni nada menos.
Los Ojos -- Los socios del desierto (1999)
Y así como estaba a pleno con Los Socios, dejé de estarlo. Cuando salió este siguiente disco me enteré que salió, pero no hice nada por comprarlo ni escucharlo siquiera. Ni idea por qué. ¿Falta de plata? ¿Aburrimiento de los discos anteriores? ¿Cuelgue? ¿Búsqueda por otro lado? No lo se, pero se que no lo escuché hasta hace relativamente poco.
El sonido de la banda cambia un poco porque aparecen tocando teclas Claudio Cordone y el inevitable Mono Fontana, y Graciela Cosceri con algunas voces. Los nuevos sonidos se hacen sentir desde el primer tema, incluso desde la introducción del primer tema, Ven vení
El disco es más jazzero, menos rocanrolero que el anterior, el doble. Los teclados y la voz femenina agregan texturas nuevas y parecería que la "violencia" quedó en San Cristóforo. También me da la sensación que es uno de los discos en que el flaco canta más lindo. Seguro que estoy limando, pero tengo esa sensación.
Uno de mis favoritos del disco es Perdido en ti y, oh sorpresa, es el más rockero de todos.
Silver Sorgo -- Solista (2001)
En la sección Los Socios del Desierto era sólo la banda que acompañaba al flaco, en este disco que aparece como solista, siguen Marcelo Torres y Daniel Wirtz, siguen Cordone y Cosceri, reaparece Malosetti en el bajo y hubiera apostado que estaba el Mono Fontana, pero no.
De este disco sólo tengo el recuerdo de un reportaje que le hicieron calculo que en MTV en el que el flaco se quejaba de una crítica donde se decía que "la obra anterior de Spinetta es impiadosa con este disco" ("'impiadosa', mirá la palabra que usan!" agregaba) y después encima ponía mal los nombres de las canciones. Este estoy seguro que no lo compré por falta de plata.
El disco además de ser casi la misma banda tiene mucho de la misma onda. Excepto en una canción, que es uno de mis favoritos, Tonta Luz, que empieza semi electrónica y de golpe es como si hubieran agarrado y cortado en pedacitos la cinta y armado un pedazo de canción mezcolanceando eso. O su equivalente digital. Fuera de ese tema todo electrónico, el resto del disco es gran canción tras gran canción bien tirado a lo jazzero-spinetteano, con las guitarras al frente, pero spinetteanas, retomando las texturas que había incorporado en el disco anterior.
Sólo voy a destacar dos canciones más, porque por algún motivo son las que "reconozco", cuando escucho el disco. Son Abrázame inocentemente y Con el agrado de la humanidad. La primera es una tranqui, casi pop, que por algún motivo siempre me ha gustado muchísimo, no me pregunten por qué, ni idea. La segunda, que cierra el disco, es una acústica con alguna cosita electrónica por ahí, muy linda opción para cerrar un disco, tiene cierta onda de "bueno, y nos vamos". También me gusta bastante la primera, El enemigo, pero como es la primera es muy probable que la tenga más oída justamente por eso, por ser la abridora del disco.
Argentina Sorgo Films presenta Spinetta Obras -- Solista (2002)
El 22 de diciembre de 2001 estaba programada la presentación de Silver Sorgo en Obras. El 22 de diciembre también es San Luca, así que yo tenía mi entrada para Divididos, plena época de Solo tres, calculo que en Colegiales, porque Flores todavía no había abierto. Por si alguno todavía no sacó la cuenta, el 22 de diciembre de 2001 había toque de queda y muchos espectáculos se suspendieron, incluyendo Spinetta en Obras. Divididos no, Mollo dijo "con este [por el cóndor] tocábamos en el ‘78, ¿no vamos a tocar ahora?". Ese día desde el escenario Arnedo dijo "El sábado que viene toca Spinetta, ¡hay que ir a verlo!".
Yo no le hice caso, casi seguramente por falta de plata, y creo que es uno de los recitales que más me arrepiento no haber ido, cabeza a cabeza con Pearl Jam en Ferro. Llegaron comentarios de que tocó de todo, y un pedacito de eso quedó registrado en este disco. No está Marcelo Torres, Malosetti sale de titular, Fontana de invitado en algunos temas.
Arranca tocando unos temas él solo, primero No te busques ya en el umbral alias "la que dice el título del disco Los niños que escriben en el cielo", después una del disco reciente, después una de (de pie) George Harrison, que había muerto hace poco. Después arranca toda la banda y vienen varios temas desde la época de los Socios en adelante, excepto, en el medio, ¿No ves que ya no somos chiquitos?. sólo a voz y efectos, también de Jade, Al ver verás de Téster de violencia y una nueva, Sagrado Tesoro. Eso siempre fue típico del flaco, estrenar canciones en vivo. Lo hizo hasta en Bandas Eternas.
Para cerrar, otro Ana no duerme, probablemente la canción que más veces editó en su carrera, con su hijo Dante en la viola, que la verdad, puede que no me guste mucho su onda pseudo raperita, pero como violero lo vi un par de veces y toca bastante bien. Acá hace un muy buen solo. A renglón seguido entra a rapear el otro hijo de Spinetta, Valentino, con su duo que tampoco vale demasiado la pena, y acá zafa... un poco, no mucho. Pero ta, para bis zafa.
Queda en el disco una versión remixada de Tonta luz y cumple la regla de que si remixás una de mis favoritas seguro no me gusta.
Como ya dije, este recital me lo perdí, y es uno de los que más me arrepiento, junto con el Bebida Rock en el que tocaron él y después Divididos. Al Flaco lo vi tres veces más en vivo, y una de esas veces fue la que me llevó a comprar....
Para los árboles -- Solista (2003)
En Junio de, calculo, 2004 o 2005, fui con mi pareja de esa época a ver al flaco al Teatro Español de Lomas de Zamora, recital al que el flaco llevó únicamente su(s) guitarra(s) y al Mono Fontana. El recital fue una cosa increíble, íntima, de música que iba de cosas acústicas a cosas electrónicas del Fontana con Spinetta cantando arriba, e incluso sin eso. Después del show quedé fascinado con lo indefinible del género de lo que había sonado, y la piba me pidió que le consiguiera el último disco, calculo que porque yo los compraba truchos en la facu y en el tren no se conseguía. Estimo que todavía no habíamos llegado a la época del eMule, probablemente ni a la banda ancha habíamos llegado.
El disco que compré era este. Un discazo, grabado con la misma banda que salió a Obras, pero buscando sonar electrónica, es decir, con el habitual sonido jazzero-spinetteano, pero con bases electrónicas y sampleadas. El primer tema, Sin abandono da la tónica, toda la banda tocando con una batería sampleada además de la real, bajo casi zapando arriba, piano y guitarra pincelando, el flaco cantando. A renglón seguido, Cisne se reduce a una batería electrónica, cuerdas, algún efecto que supongo que es guitarra y el Spinetta cantando con coros de Cosceri, con la novedad de que las voces salen distorsionadas. Entre esos dos temas está expresado todo el sonido de este disco, que se destaca en el resto de la discografía spinetteana de la última época.
Claro que eso puede ser cierto, pero también puede ser que el disco sencillamente lo tengo mucho más escuchado. Tengo un par de favoritas en A su amor, allí, bonita balada con base electrónicoide y diversos efectos de diversos instrumentos; Agua de la miseria, un rockito adorable, otra vez con la batería programada; Vidamí otra balada con órgano y coros híperprolijos, que parecen doblados y Ciénaga dorada aunque de esa creo que me gusta el largo estribillo más que toda la canción.
Este es otro disco que me gusta poner en Spinetta para principiantes, aunque dependiendo de quién sea el principiante. No es el Spinetta más tradicional, pero es sindudamente el Spinetta que todos queremos, probando formas nuevas de expresarse en cada disco.
Camalotus -- Solista (2004)
Pan -- Solista (2005)
Estos dos vienen acá juntos porque a) son Camalotus no llega a disco, es un EP y b) porque de él apenas me enteré que había salido, y Pan casi que me sorprendió verlo en una disquería en la costa. Así que mucho no tengo que decir de ellos.
Camalotus lo grabó con la banda de los discos anteriores, Pan con otra nueva con la que grabó ese disco, el próximo y con la que salió a la cancha en Bandas Eternas. El sonido es más o menos el mismo, sin la electrónica de Para los árboles, lindas canciones a mitad de camino entre el pop, el rock y el jazz.
Un mañana -- Solista (2008)
Contrariamente a lo que venía pasando, ni bien salió Un Mañana lo bajé. Por eso tengo de él mucho más recuerdo y mucho más opinión. Es otro disco que alterna entre lo jazzero de La Mendiga en el comienzo del disco, lo rockero de Tu vuelo al fin y lo acústico de Hiedra al Sol. Escuchándolo para escribir esto en un momento pensé que me había equivocado y estaba escuchando uno de Jade, porque hay una serie de canciones por el medio del disco que parecen sacados directamente de, ponele, Los niños que escriben en el cielo. El disco viaja entre esos estilos, algunas canciones tienen más guitarra, otras más teclas. No puedo determinar si realmente es más variado que el anterior o soy yo que lo escuché más.
Tengo un par de canciones para destacar, la ya nombrada Tu vuelo al fin, Preso Ventanilla de la sección que parece Jade y Mi elemento, canción de guitarras tomar y que probablemente me gusta por haber sido la abridora de Bandas Eternas.
Este es otro disco que incluyo en "Spinetta para principiantes", como muestra del estilo moderno del flaco. Es uno de los puntos más altos de la búsqueda de Spineta a partir de los '90, búsqueda que lamentablemente el puto cáncer nos cortó.
Spinetta y las Bandas Eternas(2010)
Hacia finales de 2009 sabíamos que se venía terrible recital de Spinetta festejando sus 40 años de carrera y que para la ocasión se iban a juntar Almendra, Pescado e Invisible, así que sin dudarlo sacamos la entrada, la más cara que había comprado hasta ese día, $120. Lo que nadie esperaba es que cuando salió al escenario, esa noche fría de diciembre, lo primero que iba a hacer era leer lo que había quedado afuera, para que se entendiese. Ahí nos explicó que no había logrado meter canciones de el Indio Solari, Calamaro, y media docena más que ahora no recuerdo, ni había podido arreglar para que toquen.... no recuerdo quienes, también todos grandes nombres, culminando con el que llamó "el mejor músico del Rio de La Plata, Hugo Fattoruso".
"A la pucha", dijimos todos.
Es que el recital, que duró 5 horas, aunque deben haber sido 4 horas reales de música, no fue un autohomenaje, sino que fue un homenaje a todo el rock nacional. Tocó un par temas del último disco, nos tiró por la cabeza Ella También de Kamikaze y ahí nomás empezó a subir invitados, rearmó en escena varias formaciones de Spinetta Jade y sus bandas de los ‘80; con Fontana también tocó algunos temas de Silver Sorgo y Para los árboles; subió Páez para tocar un par de La la la, tocó una de Miguel Abuelo de los ‘60 (Mariposas de madera, tras admitir haberse afanado un poco Muchacha... de ahí), tocó una de Nebbia, una de Pappo (con Juanse); subió Cerati emocionadísimo a tocar no sólo el cóver y medio de Spinetta que él había hecho (Bajan y Cementerio Club) sino también Te para Tres ("no lo puedo creer" dijo Gustavo); y ahí subió Charly, y todos asumimos que iban a tocar Rezo por vos, pero no, antes tocaron Filosofía barata y zapatos de goma. Ahí fue donde yo casi me caigo de culo. Y el constante buen humor de Spinetta, que presentaba músico tras músico como "un genio", al punto que ya todos nos reíamos y él también y ya el adjetivo nos tocaba al público decirlo.
A todo esto, ya habían pasado dos horas de recital. Se fueron 15, 20 minutos y salieron a escena Los socios del concierto con Malosetti en la batería, porque Daniel Wirtz se nos había ido el 2008. 3 o 4 canciones (aunque en el disco sólo están 2) incluyendo la que habían hecho con Marcelo Torres, San Cristóforo. 15, 20 min. más y sale a escena Invisible, que sencillamente la rompió. Otra espera y a la cancha Pescado Rabioso, que hizo el set más largo de todas las bandas, Lebón cantó una y cerraron dándonos el gusto de saltar y cantar EL riff de Spinetta, Parabarabarabara parabarababarababará.... Otra pausa, y sale Almendra, que tocó poco para mi gusto, pero cerró con los cuatro cantando Muchacha en coro, con Rodolfo tocando un legüero.
"No se vayan que hay más dijo, y si bien mucha gente se empezó a ir, nosotros nos quedamos. Faltaba que saliera a cantar 8 de octubre, sin León, que estaba en Cuba, pero con Mollo, otro que estaba emocionado y no la podía creer. Antes, en reclamo a la Rolling Stone que le había editado la foto sacando la remera de Todos Fuimos, Todos Somos, Todos podemos Ser nos invitó a un fuck you colectivo.
Y ta, dos hits y estamos, dos que no podían faltar, Yo quiero ver un tren y No te alejes tanto de mi. Tres de la mañana en Liniers. Por suerte la negra capturó una mesa en La Continental.
La música está en el disco, cuando lo escucho recuerdo las emociones y algunas imágenes. Pero eso seguro que no se los puedo transmitir.
Allá por los tempranos ‘90 yo estaba terminando la primaria y empezando a adolescentar. Tenía la casetografía (?) completa de Soda, y unos cuantos de Queen, que estaba de moda tras la muerte de Freddie. Había leído el libro Corazones en llamas de Cynthia Lejbowicz y Laura Ramos ("famosa" por sus Buenos aires me mata en el Sí de Clarín), que contaba la historia del rock nacional de los ‘80 y había decidido que era fan del rock nacional, llenando mis carpetas con nombres de bandas, muchas de las cuales ni había escuchado1, me habían regalado un pasa CDs y todos los meses me compraba algún disco de esos que aparecían en el libro. Después compré En Directo, el Greatest hits de Sumo y para coronarla, compré en el mismo viaje a Musimundo Dynamo y Gulp y el camino empezó a ser otro.
Para el ‘93 entró en mi vida FM La Boca, y ahí sonaban tanto los clásicos (y no tan clásicos) del rock de los ‘60 y ‘70 como las bandas nuevas que todavía eran semiunder: Bersuit, La Renga, y la que pasó a ser mi favorita, Los Piojos. Otra novedad de la época fue la TV por cable, y entre los pocos canales que agarraba nuestra TV de los ‘80, estaba Music 21. Donde entre parvas de basura, uno de los videos que siempre me quedaba a mirar es el de Seguir viviendo sin tu amor, que consistía básicamente en el flaco cantando iluminado sólo por un laser verde haciéndole dibujos en la cara. Y yo lo miraba primero porque era el flaco y "había que mirarlo", y segundo porque es una gran canción.
Escuchando el disco en contexto de los discos anteriores, desde la primer nota decimos: ¡El Flaco volvió a la viola! El disco abre con el riff de Seguir viviendo..., y de ahí sigue. Hay canciones del estilo de los discos anteriores, canciones acústicas, sube, baja, va y vuelve. Siendo un CD esta vez son 15 canciones, tamaño stándard del CD, por encima de las habituales 10, 11 como mucho de los LPs. Tiene otro clásico que es La Montaña, más fogonero que el otro. Y después tiene pila de grandes canciones y pila de texturas distintas.
Pero para mí lo más "importante" es que volvió a la viola, con lo que volvió al rock liso y llano (en Seguir viviendo, sin ir más lejos), volvió a las acústicas y también volvió al sonido tan particular de las guitarras que había aparecido allá por Bajo Belgrano y Mondo di Cromo, y que será el sonido básico de Spinetta en el siguiente tramo de su carrera.
Spinetta y los socios del desierto -- Los socios del desierto(1995/7)
Spinetta fue parte de la banda de sonido de la primavera alfonsinista. Tocaba en los chiquicientos festivales que organizaban los radicales y sus discos vendían chiquicientas copias. Para los ‘90 era ya indiscutidamente un prócer del rock nacional. Al mismo tiempo, una de las víctimas del menenismo fue la industria del disco, cambiaba el papel del rock en nuestra cultura y también bajaba la calidad del periodismo de rock, que cada día se parece más al periodismo de chimentos que a otra cosa.
Como consecuencia de todo esto a Spinetta le empiezan a pasar tres cosas: por un lado que todas las críticas de sus discos eran en términos de comparaciones con los discos anteriores, queriendo congelarlo en el mármol, mientras él seguía creando; por otro lado el periodismo lo empieza a ningunear excepto cuando, ponele, se separa y se engancha con una modelo; y por otro lado ninguna compañía (a esta altura mayormente multinacionalizadas) quiso aceptar sus condiciones para editar el CD doble que había grabado en 1995.
No estoy seguro si yo estuve o no en el recital gratis que dio en el ‘96 en el que tocó cosas del disco e hizo pública la situación, o si me enteré por otro lado, pero cuando al final arregló con una y en el ‘97 salió, fui y me lo compré. Honestamente no recuerdo mi reacción en esa época. Si que en ese momento no me gustaba el disco entero, tengo una idea de cuáles eran mis favoritas.
Los socios del desierto es un power trío alla Spinetta, yendo del rocanrol al jazz sin despeinarse demasiado. Daniel Wirtz, en paz descanse, en batería y Marcelo Torres en bajo arman una base firme el la que la bata está un poco más adelante, firme como rulo de estatua, sin perder cierta sensibilidad jazzera y, cada tanto sacándose en unos breaks que te tiran de culo (en Los duendes, por ejemplo). Spinetta (obviamente) en la guitarra vuelve a su vieja costumbre de hacer más punteos que acordes, arma algún que otro riff mínimo y algunos solos preciosos. Con la voz hace lo mismo, ni la guitarra ni la voz son estrellas, simplemente cumplen su papel en la obra.
Los dos CDs tienen cierta simetría: la primer canción de ambas, Cheques y Nasty people son rocanroles medio mugrosos, Wasabi flash suena a versión instrumental de la idea musical de Cuenta en el sol, Cuentas de un collar y Collar son dos partes de la misma canción, de un lado está Luna de abril y del otro Puyen de Abril.
Hasta acá yo venía comentando cuáles eran los clásicos de cada disco, pero de acá en más ya no puedo, por dos razones. Una es que por todo lo que conté un par de párrafos más arriba, los discos del flaco dejaron de ser y de tener hits. Otro es que varios de estos discos los escuché sobre el pucho por lo que tengo mucho más registro de mis favoritas que de las que "el gran público" llama favoritas. Siendo este un disco de 33 canciones (aunque algunas son breves interludios instrumentales) tengo varias favoritas. Generalmente son las más rockeras, porque uno es lo que es. Destaco Tony, Jardín de Gente y por encima de todas, Luna de abril, que es de esas canciones del flaco que te emocionan.
Estrelicia -- Los socios del desierto (1997)
Otra de las modas de los ‘90: los unplugged de MTV. Discos con la "novedad" (fuertes comillas) de que tienen que ser acústicos, o a lo sumo electroacústicos, grabados en vivo con un público que siempre me pareció más bien careta. Este fue el último disco exitoso del flaco, porque la maquinaria de la MTV se encargó de eso. Este disco renovó la fama de Durazno Sangrando y más aún de Yo quiero ver un tren.
Y por supuesto el niño rebelde Gorojovsky lo dejó pasar. A esta altura de mi vida, terminando el secundario, andaba con muy poca guita y la que tenía no la gastaba tanto en discos. Pero, como se verá, el tiempo me dio la razón.
Porque el flaco no quedó convencido con el disco y escuchandolo ahora me doy cuenta de por qué. Los socios del desierto era una banda notablemente eléctrica, y no pega bien con el estilo acústico. Por eso el disco termina sonando bastante meh, igual a cualquier otro unplugged, aunque claro, es Spinetta, y vale como siempre el 2do título de esta serie.
San Cristóforo -- Los socios del desierto (1998)
Pero como no había quedado conforme, decidió armar un ciclo de shows eléctricos y grabar eso, en una sala del teatro La Plaza, en agosto del ‘98.
La crítica lo mató. Básicamente decían que era ruido. El establishment periodístico, viudas de los ‘80 abrazadas al 1 a 1, no le bancó que en vez de ser el adalid de lo acústico, poposo y tranquilo, saliera a hacer lo que hizo en este disco. Era una época en que bandas que no les respondían, las grandes bandas independientes de los ‘90, movían cada vez más gente a fuerza de rock liso y llano. Que Spinetta mostrara que podía y quería hacer esa misma música les quemó los papeles.
Hete aquí que una de las fechas las pasaron por la radio, que yo lo escuché, que estuve muy de acuerdo con el locutor que decía que no, que no era ruido, sino que estaba buenísimo y, dado que venía mi cumpleaños, pedí que me banquen la entrada. Era carísima, salía como 35 pesos. Así que ahí estuve uno de los días que se grabó el disco en tercera fila, ahí a metros del flaco.
Y me partieron la cabeza. Definitivamente los Socios era una banda eléctrica, no acústica. Desde el primer tema pensé "esta es la segunda Aplanadora del rock, se lo discuto a cualquiera". Ese tema hoy en día se que era el glorioso Estás acá, inmenso rock que está esperando que alguna banda lo haga parte de su repertorio para gestar mil y un pogos. Es un gran arranque para un disco lisa y llanamente de Rock, así con mayúsculas.
Desde que en Bandas Eternas tuvieron set propio al nivel de Invisible, Pescado y Almendra, hablamos de Los Socios del Desierto como una banda aparte, la discografía en wikipedia salta de Pelusón... a Silver Sorgo y pone los de los socios aparte. Pero en ese momento para todos era "la banda de Spinetta de este momento", como se ve claramente en la entrada.
Ahora bien, si alguna vez Los Socios fue una banda, fue acá, en San Cristóforo. Estás Acá está firmado por los tres, y la canción que le da nombre al recital y al disco es una idea de Marcelo Torres, que tocaba un bajo de 6 cuerdas, y acá lo rasguea como si fuera una guitarra (y hace vibrar la bordona del redoblante, detalle de sonido que siempre me encantó). Hay otras tres canciones nuevas, están Como el viento voy a ver con un solo de guitarra larguísimo y espectacular, varios temas de Los Socios, un Ana no duerme al repalazo, un Rutas Argentinas bien blusero y, para completarla, Me gusta ese tajo, y un tema de Juanse, Estrella. La banda sonaba increíble, como muchos power tríos argentinos quisieran sonar (todos salvo uno, bah). En su momento lo comparé casi instintivamente con Divididos. Ahora que tengo varis años más de escuchar música creo que Cream sería mejor comparación. El bajo vuela, la batería truena, el Flaco descose la viola como hacía veinte años que no hacía. Cuando había que ser una locomotora, eran una locomotora, cuando había que colgarse a zapar, se colgaban a zapar, cuando había que volver y pasar a cero sobre una baldosa, volvían y pasaban a cero en una baldosa.
Y no era ruido. Era Rock. Nada más ni nada menos.
Los Ojos -- Los socios del desierto (1999)
Y así como estaba a pleno con Los Socios, dejé de estarlo. Cuando salió este siguiente disco me enteré que salió, pero no hice nada por comprarlo ni escucharlo siquiera. Ni idea por qué. ¿Falta de plata? ¿Aburrimiento de los discos anteriores? ¿Cuelgue? ¿Búsqueda por otro lado? No lo se, pero se que no lo escuché hasta hace relativamente poco.
El sonido de la banda cambia un poco porque aparecen tocando teclas Claudio Cordone y el inevitable Mono Fontana, y Graciela Cosceri con algunas voces. Los nuevos sonidos se hacen sentir desde el primer tema, incluso desde la introducción del primer tema, Ven vení
El disco es más jazzero, menos rocanrolero que el anterior, el doble. Los teclados y la voz femenina agregan texturas nuevas y parecería que la "violencia" quedó en San Cristóforo. También me da la sensación que es uno de los discos en que el flaco canta más lindo. Seguro que estoy limando, pero tengo esa sensación.
Uno de mis favoritos del disco es Perdido en ti y, oh sorpresa, es el más rockero de todos.
Silver Sorgo -- Solista (2001)
En la sección Los Socios del Desierto era sólo la banda que acompañaba al flaco, en este disco que aparece como solista, siguen Marcelo Torres y Daniel Wirtz, siguen Cordone y Cosceri, reaparece Malosetti en el bajo y hubiera apostado que estaba el Mono Fontana, pero no.
De este disco sólo tengo el recuerdo de un reportaje que le hicieron calculo que en MTV en el que el flaco se quejaba de una crítica donde se decía que "la obra anterior de Spinetta es impiadosa con este disco" ("'impiadosa', mirá la palabra que usan!" agregaba) y después encima ponía mal los nombres de las canciones. Este estoy seguro que no lo compré por falta de plata.
El disco además de ser casi la misma banda tiene mucho de la misma onda. Excepto en una canción, que es uno de mis favoritos, Tonta Luz, que empieza semi electrónica y de golpe es como si hubieran agarrado y cortado en pedacitos la cinta y armado un pedazo de canción mezcolanceando eso. O su equivalente digital. Fuera de ese tema todo electrónico, el resto del disco es gran canción tras gran canción bien tirado a lo jazzero-spinetteano, con las guitarras al frente, pero spinetteanas, retomando las texturas que había incorporado en el disco anterior.
Sólo voy a destacar dos canciones más, porque por algún motivo son las que "reconozco", cuando escucho el disco. Son Abrázame inocentemente y Con el agrado de la humanidad. La primera es una tranqui, casi pop, que por algún motivo siempre me ha gustado muchísimo, no me pregunten por qué, ni idea. La segunda, que cierra el disco, es una acústica con alguna cosita electrónica por ahí, muy linda opción para cerrar un disco, tiene cierta onda de "bueno, y nos vamos". También me gusta bastante la primera, El enemigo, pero como es la primera es muy probable que la tenga más oída justamente por eso, por ser la abridora del disco.
Argentina Sorgo Films presenta Spinetta Obras -- Solista (2002)
El 22 de diciembre de 2001 estaba programada la presentación de Silver Sorgo en Obras. El 22 de diciembre también es San Luca, así que yo tenía mi entrada para Divididos, plena época de Solo tres, calculo que en Colegiales, porque Flores todavía no había abierto. Por si alguno todavía no sacó la cuenta, el 22 de diciembre de 2001 había toque de queda y muchos espectáculos se suspendieron, incluyendo Spinetta en Obras. Divididos no, Mollo dijo "con este [por el cóndor] tocábamos en el ‘78, ¿no vamos a tocar ahora?". Ese día desde el escenario Arnedo dijo "El sábado que viene toca Spinetta, ¡hay que ir a verlo!".
Yo no le hice caso, casi seguramente por falta de plata, y creo que es uno de los recitales que más me arrepiento no haber ido, cabeza a cabeza con Pearl Jam en Ferro. Llegaron comentarios de que tocó de todo, y un pedacito de eso quedó registrado en este disco. No está Marcelo Torres, Malosetti sale de titular, Fontana de invitado en algunos temas.
Arranca tocando unos temas él solo, primero No te busques ya en el umbral alias "la que dice el título del disco Los niños que escriben en el cielo", después una del disco reciente, después una de (de pie) George Harrison, que había muerto hace poco. Después arranca toda la banda y vienen varios temas desde la época de los Socios en adelante, excepto, en el medio, ¿No ves que ya no somos chiquitos?. sólo a voz y efectos, también de Jade, Al ver verás de Téster de violencia y una nueva, Sagrado Tesoro. Eso siempre fue típico del flaco, estrenar canciones en vivo. Lo hizo hasta en Bandas Eternas.
Para cerrar, otro Ana no duerme, probablemente la canción que más veces editó en su carrera, con su hijo Dante en la viola, que la verdad, puede que no me guste mucho su onda pseudo raperita, pero como violero lo vi un par de veces y toca bastante bien. Acá hace un muy buen solo. A renglón seguido entra a rapear el otro hijo de Spinetta, Valentino, con su duo que tampoco vale demasiado la pena, y acá zafa... un poco, no mucho. Pero ta, para bis zafa.
Queda en el disco una versión remixada de Tonta luz y cumple la regla de que si remixás una de mis favoritas seguro no me gusta.
Como ya dije, este recital me lo perdí, y es uno de los que más me arrepiento, junto con el Bebida Rock en el que tocaron él y después Divididos. Al Flaco lo vi tres veces más en vivo, y una de esas veces fue la que me llevó a comprar....
Para los árboles -- Solista (2003)
En Junio de, calculo, 2004 o 2005, fui con mi pareja de esa época a ver al flaco al Teatro Español de Lomas de Zamora, recital al que el flaco llevó únicamente su(s) guitarra(s) y al Mono Fontana. El recital fue una cosa increíble, íntima, de música que iba de cosas acústicas a cosas electrónicas del Fontana con Spinetta cantando arriba, e incluso sin eso. Después del show quedé fascinado con lo indefinible del género de lo que había sonado, y la piba me pidió que le consiguiera el último disco, calculo que porque yo los compraba truchos en la facu y en el tren no se conseguía. Estimo que todavía no habíamos llegado a la época del eMule, probablemente ni a la banda ancha habíamos llegado.
El disco que compré era este. Un discazo, grabado con la misma banda que salió a Obras, pero buscando sonar electrónica, es decir, con el habitual sonido jazzero-spinetteano, pero con bases electrónicas y sampleadas. El primer tema, Sin abandono da la tónica, toda la banda tocando con una batería sampleada además de la real, bajo casi zapando arriba, piano y guitarra pincelando, el flaco cantando. A renglón seguido, Cisne se reduce a una batería electrónica, cuerdas, algún efecto que supongo que es guitarra y el Spinetta cantando con coros de Cosceri, con la novedad de que las voces salen distorsionadas. Entre esos dos temas está expresado todo el sonido de este disco, que se destaca en el resto de la discografía spinetteana de la última época.
Claro que eso puede ser cierto, pero también puede ser que el disco sencillamente lo tengo mucho más escuchado. Tengo un par de favoritas en A su amor, allí, bonita balada con base electrónicoide y diversos efectos de diversos instrumentos; Agua de la miseria, un rockito adorable, otra vez con la batería programada; Vidamí otra balada con órgano y coros híperprolijos, que parecen doblados y Ciénaga dorada aunque de esa creo que me gusta el largo estribillo más que toda la canción.
Este es otro disco que me gusta poner en Spinetta para principiantes, aunque dependiendo de quién sea el principiante. No es el Spinetta más tradicional, pero es sindudamente el Spinetta que todos queremos, probando formas nuevas de expresarse en cada disco.
Camalotus -- Solista (2004)
Pan -- Solista (2005)
Estos dos vienen acá juntos porque a) son Camalotus no llega a disco, es un EP y b) porque de él apenas me enteré que había salido, y Pan casi que me sorprendió verlo en una disquería en la costa. Así que mucho no tengo que decir de ellos.
Camalotus lo grabó con la banda de los discos anteriores, Pan con otra nueva con la que grabó ese disco, el próximo y con la que salió a la cancha en Bandas Eternas. El sonido es más o menos el mismo, sin la electrónica de Para los árboles, lindas canciones a mitad de camino entre el pop, el rock y el jazz.
Un mañana -- Solista (2008)
Contrariamente a lo que venía pasando, ni bien salió Un Mañana lo bajé. Por eso tengo de él mucho más recuerdo y mucho más opinión. Es otro disco que alterna entre lo jazzero de La Mendiga en el comienzo del disco, lo rockero de Tu vuelo al fin y lo acústico de Hiedra al Sol. Escuchándolo para escribir esto en un momento pensé que me había equivocado y estaba escuchando uno de Jade, porque hay una serie de canciones por el medio del disco que parecen sacados directamente de, ponele, Los niños que escriben en el cielo. El disco viaja entre esos estilos, algunas canciones tienen más guitarra, otras más teclas. No puedo determinar si realmente es más variado que el anterior o soy yo que lo escuché más.
Tengo un par de canciones para destacar, la ya nombrada Tu vuelo al fin, Preso Ventanilla de la sección que parece Jade y Mi elemento, canción de guitarras tomar y que probablemente me gusta por haber sido la abridora de Bandas Eternas.
Este es otro disco que incluyo en "Spinetta para principiantes", como muestra del estilo moderno del flaco. Es uno de los puntos más altos de la búsqueda de Spineta a partir de los '90, búsqueda que lamentablemente el puto cáncer nos cortó.
Spinetta y las Bandas Eternas(2010)
Hacia finales de 2009 sabíamos que se venía terrible recital de Spinetta festejando sus 40 años de carrera y que para la ocasión se iban a juntar Almendra, Pescado e Invisible, así que sin dudarlo sacamos la entrada, la más cara que había comprado hasta ese día, $120. Lo que nadie esperaba es que cuando salió al escenario, esa noche fría de diciembre, lo primero que iba a hacer era leer lo que había quedado afuera, para que se entendiese. Ahí nos explicó que no había logrado meter canciones de el Indio Solari, Calamaro, y media docena más que ahora no recuerdo, ni había podido arreglar para que toquen.... no recuerdo quienes, también todos grandes nombres, culminando con el que llamó "el mejor músico del Rio de La Plata, Hugo Fattoruso".
"A la pucha", dijimos todos.
Es que el recital, que duró 5 horas, aunque deben haber sido 4 horas reales de música, no fue un autohomenaje, sino que fue un homenaje a todo el rock nacional. Tocó un par temas del último disco, nos tiró por la cabeza Ella También de Kamikaze y ahí nomás empezó a subir invitados, rearmó en escena varias formaciones de Spinetta Jade y sus bandas de los ‘80; con Fontana también tocó algunos temas de Silver Sorgo y Para los árboles; subió Páez para tocar un par de La la la, tocó una de Miguel Abuelo de los ‘60 (Mariposas de madera, tras admitir haberse afanado un poco Muchacha... de ahí), tocó una de Nebbia, una de Pappo (con Juanse); subió Cerati emocionadísimo a tocar no sólo el cóver y medio de Spinetta que él había hecho (Bajan y Cementerio Club) sino también Te para Tres ("no lo puedo creer" dijo Gustavo); y ahí subió Charly, y todos asumimos que iban a tocar Rezo por vos, pero no, antes tocaron Filosofía barata y zapatos de goma. Ahí fue donde yo casi me caigo de culo. Y el constante buen humor de Spinetta, que presentaba músico tras músico como "un genio", al punto que ya todos nos reíamos y él también y ya el adjetivo nos tocaba al público decirlo.
A todo esto, ya habían pasado dos horas de recital. Se fueron 15, 20 minutos y salieron a escena Los socios del concierto con Malosetti en la batería, porque Daniel Wirtz se nos había ido el 2008. 3 o 4 canciones (aunque en el disco sólo están 2) incluyendo la que habían hecho con Marcelo Torres, San Cristóforo. 15, 20 min. más y sale a escena Invisible, que sencillamente la rompió. Otra espera y a la cancha Pescado Rabioso, que hizo el set más largo de todas las bandas, Lebón cantó una y cerraron dándonos el gusto de saltar y cantar EL riff de Spinetta, Parabarabarabara parabarababarababará.... Otra pausa, y sale Almendra, que tocó poco para mi gusto, pero cerró con los cuatro cantando Muchacha en coro, con Rodolfo tocando un legüero.
"No se vayan que hay más dijo, y si bien mucha gente se empezó a ir, nosotros nos quedamos. Faltaba que saliera a cantar 8 de octubre, sin León, que estaba en Cuba, pero con Mollo, otro que estaba emocionado y no la podía creer. Antes, en reclamo a la Rolling Stone que le había editado la foto sacando la remera de Todos Fuimos, Todos Somos, Todos podemos Ser nos invitó a un fuck you colectivo.
Y ta, dos hits y estamos, dos que no podían faltar, Yo quiero ver un tren y No te alejes tanto de mi. Tres de la mañana en Liniers. Por suerte la negra capturó una mesa en La Continental.
La música está en el disco, cuando lo escucho recuerdo las emociones y algunas imágenes. Pero eso seguro que no se los puedo transmitir.
1Ejemplo vergonzante: Zas.
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