Sobre la discografía de Spinetta. (Parte I)

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El peor disco del Flaco es un buen disco

O

A ver si me sale escribir sobre música.

Eso sí

Parte I: La era del Vinilo



Almendra -- Almendra (1969)
El Flaco1 podría haber surgido en cualquier momento de la historia del rock nacional y ser un gigante, pero hete aquí que encima es uno de los fundadores. Almendra, el disco, tiene, entre otras cosas, uno de los primeros hits del rock nacional, Muchacha ojos de Papel, que según mi vieja era la única canción que sonaba en las radios normales (acá peco de ignorante por desconocer la importancia como hit de La Balsa). También tiene la primer imágen icónica de nuestro rock, el Hombre de la Tapa, dos clásicos absolutos, Ana no Duerme y Plegaria para un niño dormido y algunas favoritas mías, Figuración, A estos hombres tristes y Color humano, aunque esta última no sea del Flaco sino de Edelmiro Molinari. Parte de la grandeza del Flaco está en haber tenido siempre grandes laderos y cerca de la mitad de su discografía está firmada por grupos. En Almendra estaban él, Molinari, Emilio del Guercio y Rodolfo García, este último el menos conocido, en parte por tener un nombre más común. Tanto Molinari como Del Guercio aportan una canción c/u al disco, ambas grandes canciones.

Cuando en el inicio de la Era del CD se republicaron los discos viejos, las compañías modificaron algunas cosas de los long plays para que queden más rellenos y/o para ahorrarse CDs. Así varios discos dobles, como Electric Ladyland, salieron en un sólo CD; si querés escuchar Yendo de la cama al líving tenés que empezar por el track 16 porque le encajaron el semiinfumable Pubis Angelical adelante y, volviendo al tema, el LP Almendra empieza en el track 7. Pero acá no estuvieron tan mal, porque lo que agregaron adelante y atrás fueron los simples que la banda publicó en esa época, costumbre y/o práctica comercial que en la Argentina se abandonó durante los '70, al menos en el rock. Entre estos simples hay otros clásicos, (Tema de Pototo, Rutas Argentinas) y mi favorita de Almendra: Hoy todo el cielo en la ciudad.

Este disco tiene la siguiente particularidad: Suena Bárbaro. Más allá de si te gusta o no, y a mí hay varios temas que no me gustan, la calidad del disco en tanto sonido y música es indiscutible. Pasea entre lo Beat que estaba obviamente de moda (más en los simples que el álbum), el rock liso y llano, el Jazz y aires de Folclore con total naturalidad. Tiene al mismo tiempo una indudable marca urbana y obviamente porteña no sólo por algunas letras, sino a nivel atmósfera. Sin haber vivido esa época, siento que el disco tiene una resonancia particular con Buenos Aires, o quizás sea exactamente al revés, que yo me haya criado en una Buenos Aires en la que entre otros discos nos resuena este.

El disco tiene una inmensa variedad de sonidos, matices, recovecos y sorpresas, como es el caso de la ciudad. Tiene canciones simples y hermosas, complejas y emocionantes, que van y vienen de un lado a otro. Suenan las influencias de toda la década que estaba terminando de pasar, Beatles y Stones; Las vanguardias de los '60; Piazzolla y el tango tradicional; la formación clásica que quizás todavía era la única opción para estudiar música en Buenos Aires; el Jazz que ya había sido reemplazado por el rock en el rol de música popular, satánica y culpable de todo. A finales de los '60 llega al rock una camada de gente de origen y formación musicalmente culta que lleva al rock a uno de sus mejores períodos, si no el mejor. Londres del '67 al '73, Woodstock y, en Argentina, el nacimiento del rock en castellano. Los Gatos, Manal y Almendra, el tridente ofensivo de ese movimiento eran todas bandas lideradas por gente leida, pero Almendra era la más de avanzada, el René Houseman del rock. Y este disco, su mejor partido.

Almendra II -- Almendra (1970)
Hay muchas teorías de por qué las bandas de los '60 y '70 duraban tan poco juntos. Llegar a 5 años era una rareza y pasarlos, prácticamente inexistente. Me arriesgo a decir que la primer banda que llegó a los 10 años juntos fueron los Redondos, que existían desde mitad de los '70, y si no hay que irse por lo menos hasta Soda Stéreo. No es momento, lugar ni persona para indagar el por qué de esta volatilidad de las bandas (bah, el lugar sí, pero bueno, detalles), pero lo que nos importa es que antes de terminar de grabar un anunciado segundo disco, la primer Opera Rock o al menos primer disco conceptual del rock nacional, Almendra dejó de existir. Bah, el disco quedó grabado, pero está claramente incompleto. Almendra era un éxito así que la compañía no la iban a dejar pasar, y sacó un disco doble con algunos simples (muchos de los cuales son la segunda tanda de la edición en CD del disco anterior) y lo que quedó grabado del LP.

En la inevitable comparación con el disco anterior, a este le falta cierta homogeneidad que tiene el primero, dentro de su eclecticismo, y eso le resta atmósfera. Le falta cierta limpieza en el sonido que habían logrado en el primer disco. Estilísticamente, el disco es más rockero, en una primer aparición de cierto pendularismo entre las distintas vertientes del rock que Spinetta manejó a lo largo de su carrera. También tiene más canciones escritas por los compañeros Del Guercio y Molinari. Tiene grandes canciones, pero le falta pulido. Y le falta también cierto olor a chivo, cierta polenta expresiva que estaba en el primer disco. Es más ambicioso, pero parece no haber llegado a ser lo que quería ser.

Pero es un disco que hay que escuchar, como todos los del Flaco. Siempre algo hay, no es de los que él desheredó y de hecho alguna canción del disco reaparece más adelante.

Spinettalandia y sus amigos -- Solista (1970)
Resulta que Almendra había firmado un contrato por 3 discos. Resulta que el Flaco que tenía, ponele, 20 años, se quería ir a Europa pero de la compañía le hinchaban las bolas por el disco que les debía. Así que se juntó con sus amigos y en dos patadas armaron este disco. "Me hincharon tanto con que les debia un disco que ahi les di un disco rarisimo para que no se lo pudieran vender a nadie..." dijo. Es una mezcla muy interesante de canciones y cuelgues. Delirios gitanohipis, varios temas instrumentales, muchas flautas disonantes, y un par de temas de Pappo. Así y todo, incluso siendo un disco que el Flaco ignoró en el resto de su carrera, es un muy buen disco, muy para los fans de los lados B. Hay un blog de cóvers de él que lleva el nombre de este disco, Palo Pandolfo metió un cóver sacado de este disco en su Antojo y yo puedo llegar a discutir un buen rato cuál es la mejor versión de Castillo de piedra/Hay tiempo para elegir. Es un disco raro, no es para escuchar en cualquier momento, pero es un disco que merece escucharse.

Desatormentándonos -- Pescado Rabioso (1971)
En el '71 el Flaco se vuelve justo cuando Pappo hace la gran Pappo y deja a David Lebón y Black Amaya en banda. Black y Osvaldo "Bocón" Frascino, otro que había andado con el Carpo, se juntan con el Flaco y arman otra banda mítica del rock nacional, Pescado Rabioso. Este primer disco es rocanrolero, lleno de bluses, guitarras desprolijas y rítmicas cuadradas, no obstante lo cual, no es un disco "de canciones". Tiene momentos instrumentales, subidas y bajadas y un relax acústico en Dulce 3 nocturno. Es un disco muy de la época, cuando la psicodelia estaba dejando paso al rock más crudo, pero que también hay que sentarse a escuchar para oir bien qué pasa.

A la edición de CD le agregaron los que paradójicamente son los tres temas más conocidos de la banda: Despiertate Nena, donde el bajo ya lo toca Lebón; Post Crucifixión, que es nuestro Smoke on the water, uno de los pocos riffs cantables de Spinetta; y el que mi amiga Guádix define como el rocanrol perfecto: Me gusta ese tajo.

Pescado 2 -- Pescado Rabioso (1972)
Ya definitivamente con Lebón en el bajo y Carlos Cutaia en teclas varias, Pescado se mete a sacar un disco doble, que es el que tiene otra tapa icónica, con el pescadito y las corcheas. El péndulo Spinetteano empieza a volver hacia lo más lírico, pero todavía se mantiene del lado del rocanrol, sostenido por la banda que tiraba para ese lado. Este disco está lleno de grandes canciones, pero por algún motivo ninguna es lo que se dice un gran clásico. Canciones que incluyen un cuelgue casi sin letra (Peteribí), grandes bluses (Como el viento voy a ver), canciones más climáticas y semi-instrumentales (Madre-selva), rocanroles cuadrados (Nena Boba), una de Lebón (Mañana o pasado), hermosas canciones acústicas (La cereza del Zar) y temazos lisos y llanos (Poseído del Alba).

Cierto sector del spinettismo, que todavía está enfrascado en bocaríveres estúpidos de otras épocas sostiene que este disco, por ser menos rocanrolero (osea, menos del "otro palo") que Desatormentándonos es "mejor" o "más spinetteano". Para mí son dos muy buenos discos, cada uno con su personalidad, con sus altos y bajos y punto. Por ser más largo este tiene más lugar para tener bajos, pero también más espacio para desarrollar sus ideas. Se siente también el efecto de las tensiones dentro del grupo, entre Lebón, Amaya y Cutaia, que (si le creemos a wikipedia) querían ir más para el lado del rocanrol, mientras el Flaco penduleaba para el lado lírico. Esto llevó a la ruptura de la banda, y Spinetta se queda con el nombre/idea Pescado Rabioso....

Artaud -- Solista, firmado como Pescado Rabioso (1973)
... y saca este discazo, firmado como Pescado, mitad pa' no ponerle su nombre, mitad para mostrar que Pescado Rabioso era él. Artaud es otro disco mítico del rock nacional, el del sobre irregular (que dicho sea de paso nunca tuve en mis manos). Este es mínimo top 3 de discos de Spinetta2, mínimo top 5 de discos de rock nacional, y sin duda top 1 de discos de los '70. Nueve (9) canciones, todas buenas, algunas clásicas indiscutibles. Idos los otros 3 miembros de Pescado, el flaco toca todos los instrumentos salvo las baterías (que algunas las toca su hermano, otras Rodolfo "el de Almendra" García) y algunos bajos que los graba Del Guercio, quien ya estaba en Aquelarre con García.

En este disco el Flaco simplemente estalla. Como escritor, como compositor, como cantante, como guitarrista y como artista en general. Es inevitable caer en el tema por tema. Todas las hojas son del viento es uno de los clásicos del fogón argentino, una acústica cortita y al pie que si nunca la escuchaste, es que no sos de por acá. Cementerio Club es un blues/jazz tranquilo, que parece que lo estuvieran tocando en un bar lleno de humo. Por es un poema de asociación de palabras leído con algo de melodía. Superchería es una pieza compuesta por tres canciones: un blues/cuelgue con una sola palabra ("Superstición"), un rockito ("Eso es lo que mata tu amor") y una sección más beat ("Cuando te des cuenta....") pegadas como si fueran una sola, que es lo que son. La sed verdadera es una canción acústica llena de climas, pero que se pierde en la comparación con lo que la rodea. Cantata de puentes amarillos es justamente eso, una cantata, una pieza clásica, pero rock, acústica y, en el medio, uno de los gritos de guerra spinetteanos: "Aunque me fuercen yo nunca voy a decir/que todo tiempo por pasado fue mejor/mañana es mejor". Bajan es un rockazo, que 20 años después hizo famosa Cerati. A Starosta, el idiota es otra pieza, esta basada en el piano y una sección semiteatral, que si me decís que es de 10 o 20 años después te creo. Para el final queda Las habladurías del mundo, ni más ni menos que una hermosa canción.

Y una vez más el disco suena simplemente excelente. Da la sensación de estar hecho, revisado, rehecho y pulido hasta la perfección, un sello de todos los discos de Spinetta. La calidad y variedad de la música junto con las letras y, por qué no, el título del disco (que hasta hace relativamente poco pronuncié como "Ataúd", no como "Hartó") te dejan la sensación de que lo que estás escuchando es una Obra. No es una colección de canciones sino un proyecto surgido de una(s) ideas. Por ponerlo en términos que hasta yo pueda entender, más que un libro de cuentos es una novela.

Invisible -- Invisible (1974)
Para el '73 otra vez el Carpo había dejado de garpe a su banda, en este caso a Carlos Alberto "Machi" Rufino y Héctor "Pomo" Lorenzo, con quienes había grabado el glorioso Volúmen III. Estos, según dijo Machi alguna vez, "simplemente cambiaron de guitarrista", otra vez por Spinetta, como ya habían hecho Amaya y Lebón, y formaron Invisible. Si escribir de música en general me cuesta, escribir de Invisible me resulta casi imposible. Invisible hacía un Rock/Jazz/Fusión-con-lo-que-venga muy difícil de describir. La banda suena terriblemente ajustada, no sólo en los discos, pero también en todos los registros en vivo que andan dando vueltas por ahí, y fue (en mi opinión) la que mejor sonó en Bandas Eternas. En Invisible el Flaco logró por primera vez el equilibrio entre las dos vertientes del rock que lo tiraban, y creó un hito en la gran tradición de Power trios de historia de nuestro rock.

En la era del Vinilo, a veces había que hacer cosas raras para meter lo que querías en un disco. Los técnicos de los Beatles hicieron magia para meter Hey Jude (más de 8') en un simple, Johnny Winter un disco de tres caras, es decir, doble pero con un lado de un disco en blanco. Invisible salió con el LP y un simple, con lo que hoy llamaríamos "bonus track". En el disco hay 6 canciones en este estilo medio indescriptible, a veces jazzero, a veces más rocanrolero. Y a eso se le suman instrumentaciones muy interesantes, Machi volando en el bajo, Pomo viajando en la batería y el Flaco surfeando esa ola como guitarrista, como cantante y también como escritor. En el simple hay dos canciones de la misma tónica, pero menos "de sentarse a escuchar". Una de esas canciones ostenta al día de hoy el récord de "título más largo del rock nacional", El clásico Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula el mundo, conocida popularmente como La abuela, otro riff clásico. Como ya es costumbre, en la edición en CD vienen adosados los simples que Invisible editó antes de sacar el LP, que son 4 canciones más rockeras que la tónica general del LP.

Durazno Sangrando -- Invisible (1975)
Durazno es el extremo de lo jazzrock que fue Invisible. El lado uno tiene dos obras: Encadenado al Ánima, una pieza de casi 16 minutos sobre un texto de Spinetta padre, y el clásico que le da nombre al disco. Completan del otro lado tres canciones más, una de ellas de 10'. Todas están escritas alrededor de ideas que aparecen en un libro con el que el flaco estaba fascinado en ese momento, pero es medio hermético el asunto, así que yo simplemente disfruto las palabras que vuelan arriba de la música. El disco es menos rockero que el anterior, hay mucho más viaje y climas, más orquestación, por así decirlo, más piezas que canciones. La banda sigue sonando increíble, y de más está decir que es un gran disco, pero no es necesariamente mi preferido ni de Invisible ni del flaco en general.

El Jardín de los Presentes -- Invisible (1976)
Mi favorito de Invisible es fue y será este. Vueltos del viaje metafísico del disco anterior, El Jardín es un disco de canciones escritas con los pies firmes en la tierra, aunque la cabeza sea otro asunto. Abre y cierra con dos canciones porteñísimas, el recontraclásico El anillo del Capitán Beto y Las golondrinas de la Plaza de Mayo. En el medio, otras seis canciones que incluyen el Jazz de Los libros de la buena memoria; una de esas tantas canciones que el Flaco legó al fogón y al levante jipi, Qué ves el Cielo y el hard-rock bien setentoso, casi zeppelineano de Niño Condenado.

A diferencia de otros discos que tienen personalidad de disco, en El Jardín... cada canción tiene su personalidad. El disco es más que la suma de las partes, pero si agarrás las canciones por separado no te estás perdiendo nada, cosa que no pasa, creo yo, con el disco anterior (a excepción de la canción titular) o incluso con algunas de Artaud (Por es la primera que se me ocurre). La ventaja de esto es que el disco resulta más fácil de digerir, tanto escuchado "de fondo" como escuchado con atención. No tenés que andar fijándote si esta canción en realidad es parte de una pieza de 15' o está suelta o si refiere a tal o cuál cosa. Además, las letras son más llanas, sin perder la lírica, con lo que te ubicás más. De más está decir que esto no es una crítica, sólo una observación, una sensación personal, fruto de mis gustos y mis limitaciones. De eso se trata no sólo este post sino todo el blog al fin y al cabo.

En resumen, para mí el mejor disco de Invisible, definitivamente uno de los que incluiría en "Spinetta para principiantes".3

A 18' del Sol -- Solista (1977)
Una de las víctimas del caos que fueron el '76 y el '77 fue Invisible, y al Flaco no le quedó otra (?) que sacar un disco solista. A 18' del sol es un disco poco conocido, sin clásicos, que probablemente muchos oyentes de Spinetta ni sepan que existe. En el bajo seguía Machi, pero tenía otro baterista y tenía a Diego Rapoport en teclas. Es una colección de canciones en el estilo de Invisible, aunque sin la combinación de polenta y prolijidad de esa banda. Sobrevive el sonido semijazzero, pero ya no está la pata rocanrolera más dura que aparecía en sus discos anteriores, ni están las grandes obras como Encadenado al Ánima. Eso sí: alta colección de canciones.

Alma de Diamante -- Spinetta Jade (1980)
La historia de Spinetta Jade es medio complicada porque fue una banda que fue cambiando de integrantes, al punto que en wikipedia hay un grafiquito mostrando quién estaba cuándo. En el primer disco grabaron el gran Beto Satriagni en el bajo, Pomo en la batería, Diego Rapoport y Juan del Barrio en las teclas. Este detalle, el doble tecladista, es una marca fundamental del sonido de Jade, aunque este también fue mutando durante los años que duró la banda.

Alma de Diamante tiene 7 temas, 3 de ellos instrumentales, (Pa pa papapapadummmm... parabapap-pappaaaa empiezan Amenabar y el disco). Hay un notable cambio de sonido, claramente no estamos más en los '70. Las baterías suenan diferente, los teclados son más importantes, las guitarras están más atrás y el bajo más adelante. Arriba de todo la voz del flaco marca todos los climas. El disco es increíblemente moderno, o quizás la modernidad quedó atrasada, porque si se escucha Alma... al lado de (digamos) Pelusón of Milk (de 1991) o Los socios del desierto (de 1995) o Un Mañana (de 2008) es difícil decir cuál es el nuevo. Al mismo tiempo, no se me ocurre ningún disco de ningún músico que suene como estos. Puede ser falta de conocimiento de mi parte, pero creo que acá Spinetta encuentra algo parecido a "su sonido" y en adelante, teclado más, teclado menos, '80s más, '80s menos, como ya se verá, todos los discos de Spinetta empiezan a ser, en tanto estilo, similares a este. También en este disco se solidifica la forma de cantar de Spinetta, pero también queda en segundo plano como guitarrista, y (si no me equivoco, esto quizás lo tenga que corregir más adelante) no vuelve a "pelar" como violero hasta la época de Los Socios, particularmente en San Cristóforo. Hay algún solo de guitarra por aquí y por allá, pero al frente quedan siempre.... bueno, no se bien qué queda al frente, pero no es la viola como hasta acá. A partir de este disco Spinetta guitarrista pasa a ser de alguna manera uno de los secretos mejor guardados del rock nacional.

El Valle Interior -- Almendra (1980)
Almendra en Obras -- Almendra (1980)
Y cuando Spinetta Jade era el gran éxito, pum, se reúne Almendra. El Valle Interior lo tengo muy poco escuchado. Puedo decir que suena a Almendra, pero no suena a 1969, lo que tiene todo el sentido. El disco en vivo es el primer registro oficial en vivo del Flaco, que no es de sacar discos en vivo seguido. Hay sólo 4 más, Exactas en el '90, Estrelicia y San Cristóforo en la 2da mitad de los '90 (uno contrapunto del otro, ya les contaré) y Argentina Sorgo Films Presenta: Spinetta Obras en el 2002. El disco en Obras suena a Almendra, tiene toda la polenta que uno espera, todos los temas que uno quiere, más algunos nuevos que bienvenidos sean.

No tengo mucho para decir de estos discos, así que aprovecho para hablar de otra cosa. Almendra se reúne en 1980, 10 años después de separarse. Yo tenía a lo sumo un año, así que obviamente ni idea. En 1992, 10 años después de separarse se reúne Serú Girán. Ahí yo sí sabía de qué se trataba, sabía quienes eran, una banda del lejano pasado del rock nacional, y me parecía muy groso que se reunieran después de tantos años. Entre 2007 y 20104 se reunieron primero Soda Stereo y después los Cádillacs, también unos 10 años después de separarse. Pero esta vez para mí eran bandas que se habían separado hace poco. Tiene sentido, 10 años no es mucho, pero claro, es muchísimo más a los 12 que a los 30.

Los niños que escriben en el cielo -- Spinetta Jade (1981)
Vuelve Spinetta Jade, vuelve la alegría (?). Acá la formación era otra en tanto personas, pero era la misma idea. Estaba Leo Sujatovich en lugar de Juan del Barrio y un bajista común en vez del monstruo del Beto Satriagni. Acá la guitarra está apenas más presente en algunas canciones, pero de alguna manera al mismo nivel que las teclas. (Músicos, no se enojen conmigo, acuérdense que estoy tratando nomás). Creo que este es el disco de Jade que más me gusta, tiene muchas canciones muy buenas, mejor dicho, muy de mi gusto. Traté de quedarme con un par, pero son todos muy buenos. Quizás ninguno sea un clásico, y quizás por eso es que a mí, gran amante de los lados B me gusta tanto. Además, siempre en comparación con los otros discos de Jade, acá todavía no pegaron los '80, como si pegaron en los dos discos siguientes. Y todo bien con el Flaco, pero el sonido '80s sigue sin gustarme.

Kamikaze -- Solista (1982)
Mi disco favorito del Flaco, sin ninguna discusión. Es un disco híper íntimo, de canciones grabadas a guitarra y voz, a veces piano y más de vez en cuando algún efecto para acompañar por ahí y no más. La voz de Spinetta queda en este caso arriba de todo lejos, cosa que no solía pasar antes.

Sería imposible destacar sólo algunas canciones, si no fuera por Quedándote o Yéndote. 3 minutos y medio de Rapoport en el piano y el Flaco acompañado por la guitarra cantando algo bellísimo, que me emociona cada vez que lo escucho. Esas subidas de la voz de Luis, esa orden de "amar amar hasta morir", el puente para respirar, ese acorde que queda en el aire al final.... Si no es una canción perfecta le pega en el palo. Probablemente haya escrito todo este post para poder tratar de escribir este párrafo.

Y ojo que no es ni de cerca la canción más conocida del disco. Está la que le da nombre al disco y el clásico fogonero que nos faltaba, Barro tal vez, que el Flaco la compuso a los 15, cuando pensaba más en zambas que en rocanrole. Barro es otro tema que te hace llorar, tiene muy ganadísimo su lugar de clásico, y de nuevo ¡lo escribió a los 15!

¿Y las otras 7 canciones? Todas buenas, porque este disco es de la época en que si la mitad de tu disco eran canciones más o menos, el disco era malo. Tema no aparte, pero sí ahí al costado, las letras. El flaco es famoso por sus letras incomprensibles, pero al menos en este disco las letras, si bien son líricas, se entienden o, en el peor de los casos, se siguen. O por lo menos llegás a ver las imágenes que usa, que no es poco.

En resumen, mi disco favorito del Flaco, infaltable en la lista de mejores discos del rock nacional y en la lista de Spinetta para principiantes. De esos discos que hay que oir antes de morirse. Nah, ¿qué antes de morirse? Ya mismo, una y otra vez.

Bajo Belgrano -- Spinetta Jade (1983)
La mañana/lanza llamas empieza el disco con la Canción de Bajo Belgrano, esta vez con otro bajista, también semidesconocido y ya sin Rapoport. Acá aparecieron un par de canciones clásicas, Maribel se durmió y Mapa de tu amor, ésta escrita a medias con Sujatovich quien firma a medias un par de canciones más del disco y firma entera una instrumental. La dictadura se retiraba con todo el orden que podía y mientras Riff no podía tocar más por el quilombo que eran sus shows, Charly escribía Los Dinosaurios y el Flaco metía en este disco Resumen Porteño con sus personajes que están listos del bocho y eso de que Usualmente... sólo flotan cuerpos a esta hora.

El sonido de la banda se mantiene, quizás se refina un poco, mientras las letras se aporteñizan todavía más. Sigue siendo ese punto medio inexplicable entre el pop, el jazz, el rock, el tango y la poesía. Reescuchando los discos de Jade para escribir esto creo que de las bandas del Flaco la que más me gusta es sin duda Invisible, pero creo que Jade es musicalmente mejor, aún siendo un proyecto con miembros rotativos. Invisible es una nave, da la sensación que se conocen de memoria y si los juntabas y sin siquiera decir qué iban a tocar, contaban cuatro y la rompían. Jade en cambio tiene unos arreglos, melodías y sonidos más elaborados, más producidos. En Invisible da (como siempre) la sensación que se mataron en el estudio para que los discos suenen perfectos, en Jade en cambio se nota también "el trabajo de la semana", es decir, antes de empezar a ensayar siquiera, en composición, arreglos, búsqueda de efectos, etc.

Mondo di cromo -- Solista (1983)
No me pregunten cómo hacía el flaco para grabar dos discos al año, uno con la banda otro solista. Como todos los discos suyos de esta época, este tiene otro par de clásicos, Yo quiero ver un tren y No te alejes tanto de mi, ambas joyas poprock hípercoreables, en particular la segunda. El sonido del disco está menos basado en las teclas, dominado por la viola spinetteana que, contrariamente a la idea habitual de "guitarra líder" del rock, acompaña la melodía cantada con unos punteos o algunos acordes que casi parecen tirados al aire. Muy al frente el bajo también y, dominando todo, la batería con el sonido propio de la época del redoblante profundo y grave.

Hoy por primera vez, después de escuchar mucho este disco, me fijé quién toca en el mismo. En esta época estaba de moda el solista que tocaba todo, ejemplificado en Argentina por el Charly de Yendo de la cama al líving y más aún, Clics Modernos. Yo asumía que el flaco había hecho más o menos lo mismo. Bueno, no. Machi y Pomo en bajo y batería (osea, Invisible), Leo Sujatóvich en teclas (que en ese momento tocaba con Jade, al igual que Pomo) y Lebón en (¿algunas?) guitarras. Terrible banda.

Y muy buen disco, lleno de buenas canciones, con una instrumental y de paso pregunto: ¿hay algún otro rockero argentino que tenga tantos temas instrumentales?. Además del sonido principal del disco aparece una intro bien electrónica ochentosa (Paquidermo de luxe) y un momento íntimo acústico (Será que la canción llegó hasta el sol + Días de silencio).

Pero las destacadas son fueron y serán Yo quiero ver un tren y No te alejes tanto de mi. La primera es una canción simpática de ciencia ficción postapocalíptica que para mí siempre estuvo cantada por un chico. La segunda es una canción de amor enorme, para escucharla entera saltando y con un estribillo que cantamos todos. Vamos, canten *tos AAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaa ¡notealejestanto de miiiiiiiii!

Madre en años luz -- Spinetta Jade (1984)
Último disco de Jade mis amigos, esta vez sin Sujatovich, reemplazado por el Mono Fontana, y con Lito Epumer de segunda y/o primera guitarra. El clásico acá es Ludmila y, en menor medida Entonces es como dar amor Es el disco que suena más ochentoso, con esas baterías duras, los sintetizadores al palo y las melodías secas y cortantes. Claro que sigue siendo Jade, así que ahí andan los largos solos de piano y guitarra, los arreglos precisos y la ya habitual perfección en el sonido. Pero creo que de la discografía de Jade este es el que peor envejeció debido al sonido ochentoso que, reivindicaciones nostálgicas aparte, quedó como una moda del momento.

Privé -- Solista (1985)
¿Ochentas dijeron? Escuchen esa batería con la que empieza Alfil, ella no cambia nada, eso es ochentas. Ah, ¿quieren más? la batería + teclado de Una sola cosa, si no fuera por la voz te diría que es Depeche mode. Y así puedo seguir con buena parte del disco. La proliferación del sonido ochentas es, para mí, uno de los más grandes misterios de la historia de la música. En este disco el flaco está completamente sumergido en ese sonido.

En los créditos aparecen cosas como "Luis Alberto Spinetta: guitarra Roland sintetizada, programación y voces", un lindo conjunto de tecladistas (el Mono Fontana, Calamaro, Páez, Ulises Butrón) tocando "Yamaha DX7", típico sintetizador de la época y lo siguiente: "Sonidos Sampleados: Aparcero (del vulgo), crash de fósforo Fragata (plasma radiante), Bichofeos auténticos de Castelar (19-10-85,5: 40 a.m.), Seq! (da sequendengue), relato de gol de Muñóz, Arranque de lavarropas Eslabon de lujo, voz humana de Spinetta Ardilloide.". No hay baterista ni bajista.

Si algo caracteriza el sonido ochentas es cierta homogeneidad en el sonido, y este disco no escapa. No es que suena todo igual, pero casi. Apenas se diferencia un poco Pobre Amor con la armónica de León, el solo de viola que estimo que es de Butrón y la voz de Isabel de Sebastián; Patas de rana que tiene la misma instrumentación general pero otro swing, más jazzoporteño y Ventiscas de marzo que es básicamente un rocanrol pero, de nuevo, con la instrumentación ochentosa.

La que se diferencia mucho es el clásico de clásicos, Rezo por Vos, escrita con Charly en un disco que jamás salió, no se sabe bien por qué. Por más que atrás siga estando la batería electrónica y el piano sintetizado, la melodía y el clima de la canción tienen otra onda. Falta el bajo, el piano es distinto al de Charly, hay un solo de viola al final que es diferente, etcétera. Pero esta es de esas canciones que la puede agarrar la 25 y no la logra arruinar.

La la la -- Con Fito Páez (1986)
Otro disco que tengo muy poco escuchado y del que ni siquiera tengo demasiado para comentar. Sí, puedo comentar que ninguna canción de este disco se convirtió en fijas del repertorio de ninguno de los dos músicos, e incluso alguno podrá discutir su presencia en "la discografía de Spinetta" y lo mismo para la de Fito. Y eso que en su momento hicieron unos chous juntos presentando el disco y toda la movida. Hay una sóla canción escrita por los dos y después casa uno trajo lo que tenía y lo grabaron juntos. Los temas de Páez suenan a Páez y los de Spinetta al Spinetta del momento. No destaca en absoluto dentro de la carrera de ninguno.

Téster de violencia -- Solista (1988)
Ahí va, ¿ves? Esto combina las batas ochentosas programadas con baterías de verdad, Machi otra vez en el bajo y el Mono Fontana en las teclas. Así sale algo mucho más variado, dentro del estilo de la época. Al ver verás es muy Mono Fontana, osea, Spinetta cantando sobre órganos y teclas várias, La luz de la manzana suena más ochentosa, El marcapiel suena más clásico espineteano, aunque con tecla en vez de viola y asi.

Dos canciones destacan. Una, El mono tremendo, famosa por la participación de Pechugo "banda" formada por los hijos de Spinetta y sus amigos. El tema es un pedacito de rock rápido y después los chicos cantando "El mono tremendo" y no mucho más, una canción para toda la familia. La otra que destaca y destacará es La bengala perdida, primer canción escrita por el flaco sobre un hecho concreto, la muerte de un hincha en un partido por un bengalazo. La bengala... es una canción preciosa, grabada con banda, no con máquinas, con viola en vez de teclas y con muchísimo (odio lo que estoy por decir pero no se me ocurre otra cosa) sentimiento.

La mayor virtud del disco, en particular en contraste con Privé es, como decía, la variedad. Desapareció la uniformidad ochentosa del disco anterior, hay climas, texturas, hay canciones íntimas, canciones para cantar todos juntos, frases que quedaron en el recuerdo, en fin, todo lo que uno imagina cuando le dicen "disco de Spinetta", si me permiten la cursilería.

Don Lucero -- Solista (1989)
Este disco, lamento decirlo, es más de lo mismo. Quizás alguno que estaba por ahí en esa época me dirá "no, pero ese disco tienen no se qué y qué se yo cuanto!" Qué se yo, para mí suena igual al anterior, pero sin ninguna de esas que escuchamos mil veces. Salió Machi, entró Javier Malosetti (que tendría unos 24 años en esa época). Y ta. Realmente no tengo nada más pa' decir de este disco.

Exactas -- Solista (1990)
Cierra esta etapa un disco en vivo grabado en mi facultad. A nivel sonido está más cerca de Kamikaze que de la mayoría de los discos de la época, porque acá no hay (tantas) máquinas. En las teclas está el Mono Fontana, en el bajo Malosetti, que cierra el disco con un solo increíble en La herida de Paris5.

Este es un disco relativamente poco conocido, pero yo lo tengo en la ya mencionada lista de "Spinetta para principiantes". Tiene la vertiente más acústica/fogonera/íntima en Plegaria..., Qué ves el Cielo La cereza del Zar o Amor de Primavera (grabada acá antes de que se rehiciera hit en la tristemente célebre Tanguito) y tiene también la vertiente más eléctrica/jazzera/spinettana-indescriptible en Parvas, Sicocisne o Frazada de Cactus, los dos últimos inéditos hasta ese momento.

A excepción de Plegaria para un niño dormido y quizás Qué ves el cielo son todos lados B, temas menos conocidos de él. Que viniendo del flaco en vivo, no me sorprende en absoluto. Algunos temas están tocados "tal cual" y otros son semi irreconocibles, Parvas, por ejemplo. Claro que siendo un tema casi desconocido, de Almendra II nadie lo recordaba. Pasa de ser un rock crudo a una cosa más de la época, con batería dura y teclas, sin pedirle permiso a nadie.

La banda suena ajustada, la voz del flaco genera esos silencios hipnóticos que sólo genera la voz del flaco, y, por ser un LP, tiene la duración justa como para dejarte con ganas de más, pero sin la sensación de que fue poco.

Que es lo que tienen los LP cuando son buenos. Con la llegada de la era del CD, al haber más espacio, los estándares pasaron a ser otros. Pero eso es tema para el, incluso del, próximo post.



1Uno quiere llamarlo con títulos rimbombantes como "el Grande" o "Luis Alberto Primero", pero el tipo es tan groso y humilde a la vez que más que "Flaco" no sale.
2Me niego terminantemente a hacer el ranking.
3Ese ránquing sí lo voy a hacer, pero primero quiero repasar todos los discos para estar más seguro.
4Alta fiaca buscar el dato preciso, si La Nación puede, por qué yo no.
5Alguien que haga la lista de los bajistas que tocaron con el flaco, así nos asustamos todos.

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