Día 2!

Estoy a la entrada del palacio nacional, acabo de mandarme una panzada de historia de México, a manos d eDiego Rivera, su mural y un guía incidental que me lo ha mostrado y narrado.

Vamos para atrás.



Adam volvió más rápido de lo que esperaba y me interrumpió. Adam es de Nueva Zelandia y lo conocí acá junto a una española (Catalana no celíaca) y hoy fuimos a pasear por el centro.

Pero yo quería ir para atrás. Después de la última anotación salió siesta, 3 mates y la fuí a buscar a Guádix. Con excelente coordinación, ella salió justo cuando yo llegué a la puerta. Después de una mini aventura por apurarnos a agarrar un taxi, vinimos para acá (acá = hostel) y nos fuimos a comer y a caminar por ahí. (N.d.T. Ver abajo más detalles de la aventura, que se ve que en el momento me dió fiaca escribirlo). No se si fuimos por lugares errados, pero no había gente en la calle y todo era muy oscuro. Igual nos clavamos terribles tacos (el cilantro es La Posta), vovlimos a visitar al ángel y nos conseguimos un bar y unas cervezas. Buena onda, bah.

Hoy pintó volver al centro con Adam y con Cristina. Metro hasta la alameda. Después Palacio de Bellas Artes. Entre los murales de Rivera, Orozco, Siqueiros y otro (que fue el que más me gustó y no recuerdo el nombre) (N.d.T.: Creo que era Camarena); y el edificio en sí, que por fuera tiene un aire imperial (entre Viena y Napoleón III) pero por dentro es Art Decó con muchos elementos mexicanos sencillamente gloriosos.... nada, ver las fotos (N.d.T: están en el picasa).

Después caminamos hasta el zócalo, pasamos por la catedral (Frase del día: No hay nada más ateo que un español ateo) y volvimos a observar lo combada que está.

Palacio Nacional fue la siguiente parada. Tiene unos murales de Rivera preciosos, imponentes, en particular el famoso de la historia de México. Un viejo se colgó a explicarselo a Adam y yo me prendí, al principio de traductor, y después sencillamente aproveché todo lo que el tipo sabía y también lo que ignoraba. A todo esto la perdimos a Cristina, así que fuimos en busca de algo pa' comer y luego nos vinimos.

Más detalles antes prometidos: Ni bien terminamos de guardar las cosas de Guádix en un guardaequipaje, alguien nos ofreció un taxi. De apurados accedimos a la oferta de $300 de ahí hasta el hostel. La cuestión es que el tipo nos llevó por el aeropuerto una vuelta bárbara hasta que salimos por un costado a un callejón donde había un taxi sin chofer, al que el tipo nos indico que subieramos y esperaramos al chofer que supuestamente ya venía...... No tardamos mucho en darnos cuenta que esa no era la onda, salir del auto y rajar en busca de otro taxi dentro del aereopuerto. El taxi autorizado, pedido en los puestos del hall del aereopuerto nos cobró $140................

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