Mis 20 Favoritos - 23: El Velloncino de Oro.

El Velloncino de oro de Robert Graves (1944)

El género de ficción historíca es interesante. Da la posibilidad a gente que sabe muchísimo del pasado de plantear teorías y explicaciones sobre los hechos históricos que no son demostrables "científicamente". Una de esas personas es Robert Graves, que usó este recurso en Yo, Claudio para contar su versión de los primeros años del Imperio Romano, y en Rey Jesús contando la vida de Jesús. De ambos libros son tan interesantes las teorías que presenta como la descripción de la vida cotidiana de esa época.

A mí en particular me llamó mucho la atención el retrato de la vida religiosa de esos tiempos. De tanto Asterix y Dolina y educación clásica en la secundaria sabía bastante de los mitos grecorromanos, pero sólo como mitos, como historias, indiferenciables de los cuentos de hadas. En estos libros aparece como una parte natural de la vida de los protagonistas, y noté que esta religión de los refinados griegos y romanos a los que todo les debemos nosotros los occidentales, era muy similar a las prácticas de las religiones bárbaras conocidas como umbanda, macumba o santería.

Y en El Velloncino de oro esto pasa de ser fondo a ser el centro de la idea detrás de la composición de la novela. La idea es considerar que los mitos son narraciones simbólicas, y que los hechos y figuras fantásticas son íconos de las diversas sectas religiosas de la Grecia de la era. Y de golpe los Centauros pasan a ser los hombres de la secta del Caballo, que obviamente se representan como mitad hombres mitad caballos, y las peleas de los Dioses son expresión de las conquistas de las nuevas tribus sobre las antiguas. Y notablemente, las prácticas se parecen muchísimo más a la santería.

Si a esto le sumamos una historia entretenida, un ídolo popular en Hércules, y tenemos un libro muy nutritivo para inaugurar la lista.

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